Colegio Miguel Grau

 Por: Herberth Castro Infantas

El glorioso colegio Miguel Grau


En las hermosas noches de luna llena y estrellas que titilaban incesantemente en el firmamento, mi abuelo Andrés infantas tenía la costumbre de reunirnos a sus nietos al borde de la piscina o en el patio principal de nuestra casa, conocida más como la Quinta Infantas, para contarnos historias realmente sorprendentes sobre Abancay, que no estaban escritas en los libros ni en los archivos municipales.

Con respecto al Colegio Miguel Grau, nos decía que había sido fundado en el año 1889 por un doctor de apellido Pasapera, cuyo nombre en ese momento no se acordaba, Y que al poco tiempo dejó de funcionar por razones que él desconocía. Luego fue reabierto por el Rvdo. Padre Fray Armando Bonifaz, un sacerdote muy querido que enseñaba en la primaria y se caracterizaba por su gran oratoria, sobre todo en los sermones de las siete palabras, en Semana Santa. El padre Bonifaz fue también fundador del Colegio Nuestra Señora de La Merced de Huacho.

Nos contó asimismo que entre los directores más destacados figuraban, además de los fundadores, el padre Ibáñez, Nazario Araníbar, José Antonio Araoz, Antonio Zelacurt, Arístides Altamirano, Uldarico Elías Parra, Guillermo Zelacurt, Baca Arenas, Alejandro Olivera, Contreras Duclós, Estrada Serrano, José Gonzáles Paiva, Antonio Manzur Barrios, Guillermo Viladegut Ferrufino, Manuel Altamirano, Ramiro Peralta Rojas, Marcelino Chamorro, Vladimir Rodríguez, Juvenal Pinares, Raúl Ninapaytán y otros que siguieron los pasos de los fundadores.

Entre los profesores destacaron Don Manuel Ballón, padre de Aurora, Haydee y José Manuel. el cusqueño Fray Visitación López, destacado profesor que enseñaba Historia Antigua, Religión y fundamentos del Dogma Católico, Historia Griega y Romana, el Padre Cárdenas, el Padre López. Asimismo Víctor Santander Casselli, Juan Antonio Aráoz, muerto en un un lamentable accidente en 1933 junto con el prefecto Velasco, cuando la carretera solo llegaba hasta el abra de Socllaccasa.

Años después sobresalieron Marcelino Chamorro, Benardino Miranda, Arturo Bocángel, César Miranda Garay (Profesor de la primaria),Juvenal Pinares, Carlos Francisco Ojeda, Efraín Viladegut (Profesor de la primaria), Edgar Núñez Bernal, Jaime Cugat, Adolfo Jiménez, José María Pérez Rubial y Leonidas Valer Pinto, director de la primaria durante 26 años. Tuve la suerte que, algunos de los mencionados fueran profesores míos cuando estudiaba la primaria hasta parte de la secundaria porque tuve que viajar a Lima.

Como regente estuvo muchos años José de la Cuba y como inspectores Julio Acosta y Alberto Neme, el primer locutor que tuvo radio Municipal.

A pesar que en ese tiempo eran muy pocas las damas que enseñaron en el colegio, dejaron una huella muy profunda, entre ellas la doctora Lucía Alarcón, profesora de larga trayectoria en el magisterio nacional, a quien se le rinde tributo en todas las actuaciones de homenaje al Colegio por ser la docente que más destacó en toda su historia. Cesó como directora de otro prestigioso plantel que por coincidencia también lleva el nombre del insigne héroe de Angamos, la GUE Miguel Grau de Lima.

Otras de las damas que pasaron por el plantel como profesoras fueron las hermanas Hilda y Julia Triveño, igualmente de reconocida carrera magisterial.

En aquellas noches de tertulia con mi abuelo, sus nietos lo escuchábamos muy atentos, porque algunos ya estudiábamos en el Grau. Y cuando él no alcanzaba a recordar algunos nombres, mi abuela Adelina, mis tías Elsa y Aurora y mi madre Estela Infantas, intervenían para refrescarle la memoria. Por ellas me enteré que también habían pasado por mi querido plantel, unos como profesores y otros como alumnos, los hermanos Mauro Ocampo, el aviador y Luis, el médico. Asimismo Augusto Villacorta quien llegó a ser Ministro de Gobierno en la época de Odría, mi tío Liborio Castro quien se convirtió en mecánico de aviación después de estudiar en un instituto superior en Lima, y fue él quien armó el primer automóvil que llegó a Abancay, de propiedad de don José Díaz Bárcenas, entonces presidente del organismo encargado de la construcción de la carretera. Mi abuelo me contó que el vehículo se había llevado pieza por pieza y a lomo de bestia en el año 1917, el mismo año en que nació mi madre, por eso mi abuela no lo olvidaba.



También pasaron por el Grau los hermanos Roberto y Luis López Galarreta, ambos curahuasinos, hijos del profesor de primaria Fabian López. Luis llegó a ser director en el Ministerio de Educación. Otro distinguido alumno fue Don Julio Crisanto Peralta Canaval quien luego de graduarse de profesor llegó a ocupar el cargo de director regional de educación. Asimismo pasaron por el Grau Blecker Alfaro, Leonidas Robles, Oscar Montes, César Ballón, hacendado de Lambrama y padre de los ingenieros Darío y Juan Ballón, Pancho Sobrino, Manuel Puccini, Mariano Ocampo, Nemesio Luna, Alvaro Luna, padre de Juan y Mario, Leopoldo Vllacorta, mi abuelo Andres Infantas Rivas y sus hijos Hernán (Abogado) y Jorge (Médico veterinario), Leopoldo Villacorta, Aquiles Berti, Juan Pablo Ramírez Bocángel, padre de Hugo, Edgar,Juan,Percy y Edy, Eugenio Rivero, gran futbolista, padre de Sandro, Carlos, Celina, Rosa y Billy Rivero, el dentista Oscar Tejada Pinto, el capitán de la policía José Casas Valencia, de quien se decía que era uno de los alumnos más terribles, peor que Jaimito, el muchachito de los cuentos atrevidos. De don José Casas se contaba que un día que se fue a confesar le dijo al cura “padre he cometido un pecado muy grande: he pisado a una mujer” y el cura le respondió: “Bueno hijo a partir de ahora tienes que caminar con más cuidado y mirando el pis ¿Ya? Reza dos padrenuestros y puedes comulgar.

Y mientras tomábamos un chocolate caliente con taparacos y panes de pasas, mis abuelos recordaban que cuando ellos eran todavía niños en 1910 se había producido un hecho inolvidable, el paso del cometa Haley. Para no perderse este gran acontecimiento, muchos vecinos de la ciudad se volcaron a las propiedades de mis bisabuelos y a la pampa de propiedad de la familia Canaval, donde bebieron toda la noche y comieron hasta no poder. Otro grupo se reunió en el antiguo local del colegio, ubicado en la calle Miscabamba de propiedad de don Samuel Carpio. En esta misma calle también vivía la familia Batallanos.

Los sacerdotes mercedarios tuvieron que irse en 1931 como consecuencia de una revuelta de alumnos encabezada por César Daniel Gabancho, en plena revolución de Sánchez Cerro. A partir de ese momento el colegio se volvió laico.

Otro de los acontecimientos que conmocionó a la comunidad grauina, fue una batida que se ordenó para encarcelar a los apristas que acostumbraban reunirse en la casa del doctor Guillermo Díaz. Entre los valientes jóvenes que habían osado ponerse en contra del régimen y fueron aprehendidos, se hallaban los jóvenes Julio Crisanto Peralta Canaval, Pancho Triveño, Julio Pinto, Crisólogo Oblitas, José Carvajal y Carlos Espinoza. Se dice que después de cuatro días de intenso interrogatorio fueron llevados a caballo hasta Limatambo y luego hasta el Cusco, donde los confinaron en una comisaría de la plaza del Cabildo. Por gestiones de Manuel Carrera Rivero, director del diario El Sol, salieron libres en plena revolución de Sánchez Cerro.
Cuando el colegio se convirtió en mixto, se matricularon las hijas de conocidas familias abanquinas, entre ellas las niñas Rosario Huerta, las hermanas Magda y Chavela Letona, Lucía Alarcón, Carmela Silva de Boloarte, Matilde Cárdenas, Córdula Flores, Julia Fernández, Clorinda Chauca, Mercedes Rios, Mercedes Sierra, Esther Cáceres, las hermanas Elsa, Esher y Estela Infantas, Esther Pinto, Esther Urrutia, Armida Canaval, Estela Pinto, las hermanas Carlota y Blanca Uribe, Aurora Dongo y las hermanas Cecilia y Olga Miranda Garay.

En 1948, otra huelga de alumnos obliga al director Alejandro Coello y varios profesores a renunciar. En su reemplazo es nombrado Genaro Fernández Baca, padre del Gral. Marco Fernández Baca, ex ministro de Energía y Minas y Graciela Fernández Baca, ex jefa del instituto nacional de Estadística y Censos.

Vale la pena recordar que, el local ubicado en la calle Arequipa, fue donado por la Junta Departamental de Apurímac cuando era jefe de ese organismo Antonio Casas, padre de Julio Casas.
El Grau no solamente destacó en la formación intelectual de sus alumnos, sino también en el deporte, sobre todo en el fútbol donde brillaron con luz propia Zoilo “Chivo” Acosta (Centro delantero) Justo Luna, Florencio Puelles, Eugenio Rivero (Delantero de notable shot), Angel “Ucuyco” Fernández, Raúl “Loco” Luna, Miguel Espinoza (De shot matador), Luis Novoa, José “El zurdo” Jiménez, Guillermo Chipana (Wing ), “Sihuas” Villegas, Jesús “Chivo” Acosta, Juan Pinto Echegaray, Adolfo Corro (back), Edgar Peralta Villegas (Zurdo), Juan “Chotello” Tello Urbiola (Arquero), Elio Rojas (Arquero), Manfredo “Winco” Sánchez, Américo “El loco” Calderón (Arquero), Saúl Jiménez (Volante), Carlos Garay Vallenas, Orestes Santander, Agustín “Acuti” Acosta López (Arquero), Los hermanos Pepe, Nilo, Walter,Humberto y Boza Castañeda Grau, Alfredo Herrera, Máximo “Machi” Salazar Castro, Celso “Chato” Uribe, Waldemar Cárdenas, los hermanos Tulio y Hugo Loza, José “sapo” Garay Vallenas, Ausberto “Acuto” Montúfar, los hermanos Amilcar y Julio Prada, Jawel Gutiérrez, Jorge “Coco” Silva, Hernán Cortez, Vlady Rado, Edy Valer, Joselo Valenza, Augusto Palacios, Benjamín Reynoso, Rubén Miranda, César “El loco” León, Chano “Loro” Barrientos, Lucho Chenet (Arquero), “Pichinco” Mendoza, Julio “Chivo” Acosta Vedia, Joaquín “Chuño” Batallano, Miguel Tolentino y otros que hicieron la gloria del Grau. El colegio, tenía dos equipos, el que llevaba el nombre del plantel y el “8 de octubre” donde militaban el padre Washintong “Wachi” Altamirano, párroco de Huancarama, los hermanos Germán y Basilio Quispe, Rodolfo “Rodi” Caller y Ernesto “Secas” Zavala.

Otro de deportistas que defendió con honores los colores del Unión Grauina fue Raúl Pereyra Castillo,quien también integró la selección de Apurímac. Luego jugó en el Garcilaso del Cusco, terminando su carrera en el Agronomía, también de la primera división del balompié cusqueño.
Soy conciente que serugamente he omitido varios nombres, no porque quise excluirlos, sino por falta de información. Por eso me gustaría recibir muchos más datos para enriquecer esta nota. Tampoco he hablado de mi época de estudiante. Espero hacerlo en una próxima nota porque aunque terminé la secundaria en Lima, tengo mucho que decir de mis años en la vieja casona de la calle Arequipa, donde deben seguir revoloteando los recuerdos más bellos de mi adolescencia.

________________________________________________________________________
Artículo extraído del blog de Herberth Castro Infantas, quien seguramente se sentirá orgulloso y complacido de ser un referente que nos permita expandir la cultura  a través de la republicación de sus escritos.