Por: Francisco José Del Solar Rojas
Toribio Rodríguez de Mendoza Collantes es el más importante
abogado peruano de fines del siglo XVIII e inicios del XIX, quien gestó los
principios de Patria y República en varias generaciones. Sus alumnos –a los que
él llamaba hijos–, tanto liberales como conservadores, le guardaron el mayor
aprecio y alta consideración, por más de 50 años.
Rodríguez de Mendoza nació en Chachapoyas el 17 de abril de
1750. Sus padres fueron Santiago Rodríguez de Mendoza y doña Juana Josefa
Collantes, quienes establecieron familia de alcurnia y solvente economía. Sus
estudios primarios los realizó en su hogar. Los superiores en los seminarios de
San Carlos y San Marcelo (Trujillo) y Santo Toribio, en Lima (1766). Su
brillante inteligencia lo llevó a graduarse de licenciado y doctor en Teología
el 24 de diciembre de 1770, a los 20 años de edad, en la UNMSM.
Fue uno de los primeros profesores del novísimo Real
Convictorio de San Carlos, fundado en 1771 por el virrey Amat y Juniet, en
homenaje al rey Carlos III, motor del “despotismo ilustrado”, y con la
finalidad de llenar el vacío en educación que había originado la expulsión de
los jesuitas, en 1767. Con ella se clausuraron los colegios mayores de San
Martín y San Felipe, que ellos regentaban. Por esta razón, el convictorio
comenzó a funcionar en el local del antiguo Noviciado de la Compañía de Jesús.
Dicho sea de paso,Amat fue el famoso amante de la actriz Micaela Villegas, La
Perricholi.
Toribio fue nombrado titular de la cátedra de Filosofía y
Teología, y, a la par, comenzó a estudiar jurisprudencia. Era maestro y