Edgar Allan
Poe
(Boston,
1809 - Baltimore, 1849)
Poe escribió el poema como una narrativa, sin crear
intencionalmente una alegoría o caer en el didactismo. El tema central del
poema es la devoción sin fin. El narrador experimenta un perverso conflicto
entre el deseo de recordar y el deseo de olvidar. Parece sentir algo de placer
en enfocarse en su pérdida. El narrador asume que «nunca más» es lo único que
logra retener el ave, y aún así continúa haciéndole preguntas, sabiendo cuál
será la respuesta. Sus preguntas, entonces, son deliberadamente
autodespreciativas y lo llevan aún más a ese sentimiento de pérdida. Poe no
deja en claro si el cuervo en realidad entiende lo que dice o si su intención
es crear una reacción en el narrador del poema. El narrador comienza débil y
cansado, se torna desconsolado y arrepentido antes de pasar a la histeria y, al
final, a la locura. Christopher F. S. Maligec sugiere que el poema es un tipo
de paraclausithyron elegiaco, una forma poética desarrollada por los
grecorromanos que consiste en el lamento de un poeta frente a la puerta cerrada
de su amada.(wikipedia)
Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!
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