Hubo una época, lejana, en los albores de mi juventud donde bailar era todo. Era la expresión del alma que pretendía escapar hacia ese mundo fantástico del ensueño. Con mis amigos y amigas teníamos un grupo de baile y practicábamos para llegar a las competencias del fin de semana en la disco. Solo quería bailar, bailar y ganar. Fue un instante maravilloso de mi vida. ¡Inolvidable!
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