No hay silencio más tormentoso que la ocultación de un amor.
El tiempo que he dejado transcurrir amándote a tus espaldas
me apuñala sin descanso. Te pienso todo el tiempo, te siento
con el viento, te amo aun sabiendo que pueda pasar mi vida
entera y jamás conozcas el canto de mi corazón.
Mi amor por ti es como una ofrenda, que no conoce el egoísmo,
que mantiene su vela encendida esperando que, cuando el viento
la apague, tú la vuelvas a encender.
No solo siento miedo, sino también respeto, porque cuando se
trata con el corazón, las consecuencias son letales.
Voy a confesarte, no sin antes reiterarte que yo soy la culpable de
esta absurda realidad. Si mi amor he de entregarte, llévate
aunque sea la mejor parte y si vas a recordarme, abraza mi ilusión.
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